Transcurría el año 1990 en la pequeña diputación cartagenera de Pozo Estrecho, famosa por sus productos agrícolas, sus fiestas y tradiciones y por su centenaria banda de música. De un encuentro casual entre tres ilustres vecinos de la localidad, surgió una brillante idea que, con el tiempo, se convertiría en una magnífica realidad. Los personajes en cuestión eran D. Víctor Paredes, por entonces presidente de la asociación de vecinos de Pozo Estrecho; D. Pedro Fructuoso, maestro de historia y ex-edil de economía en el consistorio cartagenero; y D. Pedro Soriano, capitán del cuerpo de directores de músicas militares.
No se les ocurrió otra cosa que la creación de un Concurso de Composición Musical de Pasodobles en Pozo Estrecho y, para ello, decidieron solicitar el apoyo necesario al Ayuntamiento de Cartagena. Esta idea se sustentaba sobre dos grandes pilares: por una lado, la relación que la ciudad portuaria había tenido en épocas pasadas con este género musical. No olvidemos que en Cartagena se compusieron tres de los pasodobles más destacados e interpretados de todos los tiempos, como son “La Gracia de Dios” de Ramón Roig (Cartagena, 1880), “El Abanico” de Alfredo Javaloyes (Cartagena, 1910) y “Suspiros de España” de Antonio Álvarez (Cartagena, 1902). Y por otro lado, el gran arraigo de la música de banda en Pozo Estrecho, gracias a la Sociedad Artístico Musical Santa Cecilia y a su laureada y centenaria banda, que sería la encargada de interpretar los pasodobles del concurso.
Al año siguiente, el día 12 de mayo de 1991, la primera edición del concurso veía la luz en la plaza de San Pedro, al aire libre, bajo la organización de la Asociación de Vecinos “San Fulgencio”, y siendo los premios de setenta y cinco mil pesetas para el primer premio, cincuenta mil para el segundo y veinticinco mil para el tercero. Durante el acto se interpretaron ocho pasodobles resultando ganadora la obra “Matizando” del compositor Pedro Cabrera.
En cuanto al pasodoble, como género musical, no podemos asegurar sus orígenes de forma exacta, si bien todo apunta a que habría que buscarlos, por un lado en la tonadilla escénica del siglo XVIII, y por otro en algún tipo de marcha militar que se popularizó en nuestro país durante ese mismo siglo a través de las bandas de música. También hay discrepancias en lo que respecta a su lugar de procedencia. Hay quienes lo sitúan en Francia, otros en España y hasta en Alemania. De lo que no hay duda es de que el pasodoble es la música popular más representativa de España, tocada en plazas de toros y verbenas populares, con una forma que suele constar de una introducción y dos partes contrastantes y un compás binario. La tipología del pasodoble es muy variada, no solamente desde el punto de vista temático, donde podemos distinguir pasodobles canción, toreros, flamencos, de marcha, de concierto…, sino también por su expresión musical, ya que, tal vez, mejor que ningún otro género, el pasodoble ha sabido mostrarnos el carácter del pueblo, de ahí que podamos hablar de pasodobles regionalistas o autonómicos (gallegos, andaluces, canarios, valencianos…).
Pero volvamos al tema que nos ocupa. Tras el nacimiento de este concurso en 1991, continuó desarrollándose anualmente, celebrándose cada mes de enero de forma casi ininterrumpida (a excepción de un año por un retraso en la convocatoria) hasta la actualidad.
Como es de imaginar, durante estas veintiocho ediciones, muchas han sido las personas implicadas y las energías vertidas para lograr que, con los altibajos normales de este tipo de proyectos, este concurso haya perdurado a lo largo de los tiempos. Extensísimo sería hacer un listado exhaustivo de organizadores, compositores, jurado, directores de banda… A modo ilustrativo, y con la seguridad y la disculpa de que no están todos los que son, citar a las asociaciones organizadoras, como la Asociación de Vecinos “San Fulgencio”, la Asociación de Amas de Casa de Pozo Estrecho y la SAM Santa Cecilia; compositores como Pedro Cabrera, Andrés Pérez Bernabé, Ignacio Sánchez, Santiago Quinto, entre otros muchos; a miembros del jurado como Pedro Soriano (presidente honorífico), Manuel Seco de Arpe, José Miguel Rodilla, Javier Artaza, Juan Lanzón, María Ángeles Bres, Francisco Grau, Jaime Belda, Joaquín Grau, Miguel Ángel Centenero, José Luis López, Vicente Beltrán, Jaime Enguídanos…; directores como Juan José Navarro, José Miguel Peñarrocha, Jaime Enguídanos, Antonio David Morales, Héctor Hurtado… Y cientos y cientos de pasodobles venidos de los cinco continentes, que forman un patrimonio musical de incalculable valor.
El procedimiento ha permanecido inalterado a lo largo de los años: una convocatoria durante los meses de mayo/junio, la recepción de obras hasta el mes de octubre, una selección previa de los pasodobles finalistas (originales e inéditos), la celebración del concurso durante el último sábado de mes de enero, y durante el acto, la interpretación de los pasodobles finalistas y por último, el ansiado fallo del jurado. Y como no, como clausura del acto, la interpretación de nuestro querido “Himno a Pozo Estrecho”, obra de Pedro Soriano.
Son muchas las anécdotas que podríamos contar sobre este concurso: como el ambiente que se respira minutos antes del evento, mezcla de nervios, tensión y cábalas por acertar si los asistentes foráneos serán compositores y qué obra habrán escrito; la tradicional discrepancia entre la elección del mejor pasodoble para los músicos, que otorgan una mención honorífica, y el jurado (salvo contadas excepciones); las diferencias de interpretación cuando el pasodoble ganador es dirigido por el director titular de la banda y, al final del acto, es dirigido por el propio compositor dando la impresión de ser una obra totalmente distinta; y un largo etcétera.
Para finalizar, únicamente aprovechar estas líneas para, por un lado, anunciar que la Sociedad Artístico Musical Santa Cecilia de Pozo Estrecho está finalizando un ansiado proyecto, gracias a la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Cartagena, como es la grabación de un CD con una selección de los pasodobles premiados durante las primeras once ediciones (1991-2002), con obras como “Matizando”, “Galileando”, “María Ángeles Gázquez”, “María Elena”, “Azahar”, “Ángela Fornés”, “D’ací al Cel”, “Primer Tro”, “Sastreros”, “12 de junio” y “Cien años de suspiros”; y por otro lado animar a todos los compositores cautivados por este género musical a participar en la XXIX edición de este concurso, cuya convocatoria en breve será publicada en la web www.samsantacecilia.com (https://bit.ly/3cWXuEb).
¡Larga vida al pasodoble en Pozo Estrecho!
Francisco Javier Carrillo Gracia.
Directivo de la Sociedad Artístico Musical “Santa Cecilia” de Pozo Estrecho.
Artículo importado del blogs de La Verdad.
Concurso de Composición Musical de Pasodobles “Villa de Pozo Estrecho” (Desde 1991)